Caballar

El mayoral de la finca, desde hace unos 30 años, es Andrés Curto, perteneciente a una larga saga de mayorales y picadores salmantinos. Es un gran caballista que montaba siempre los potros que después utilizaba para el desempeño de su trabajo diario. En la actualidad sigue repasando diariamente el ganado y acrotala los becerros cogiendo a estos con el lazo.

El responsable, en todos los sentidos, de los caballos de Carrascal de Sanchiricones es José Francisco Sánchez Muriel. Se encarga tanto de yeguas, cubriciones, sementales, potros y hasta de la propia cuadra, ya que se encarga de los caballos de montar de esta casa, en la que lleva 22 años ininterrumpidos. Pertenece a otra saga de ejemplares hombres del campo de Salamanca. Su padre es vaquero en casa de Antonio Pérez de San Fernando, donde el propio José Francisco comenzó su aprendizaje en las distintas faenas camperas. Es el amparador del ganadero, con el que, formando collera con él, ha obtenido importantes triunfos en concursos nacionales de Acoso y Derribo, así como un tercer puesto en el Campeonato de España del 2005. Su hermano Manuel también es un acreditado amparador que, en el pasado año 2007, formando collera con Fernando Castaño Castillo, se proclamaron Campeones de España de la disciplina en el corredero de “La Zapatera”, de la localidad sevillana de Villamanrique de la Condesa. Además, José Francisco “echa una mano” en todas las faenas del ganado vacuno de la explotación –apartando, destetando, vacunando, etc.-, por lo que muy frecuentemente cabalga junto a Andrés Curto en el desempeño de tan variados trabajos como se presentan en una explotación ganadera de estas características.

Cuenta la yeguada con otro caballista, Manuel Manjón, que monta los potros, comienza a domarlos con los fundamentos de la Doma Clásica hasta que –cuando los caballos ya están muy “echados para adelante”- se vaquerizan. No en vano, tanto en Carrascal de Sanchiricones, como en las otras cuatro explotaciones agropecuarias de la familia Grande –La Dueña, Padierno, Millar del Pié y La Ribera de Florida-, todas las faenas se hacen de forma tradicional, como les gusta a los propietarios, por lo que los vaqueros, que cuidan las más de 1.200 cabezas de ganado vacuno retinto existentes en ellas, van todos montados en sus caballos hannoverianos.