Acoso y derribo

Siempre ha sido una parte importantísima en la cría de ganado bravo, pues sirve para testar la bravura, las cualidades o defectos, empuje, galope o la querencia de los erales a buscar la lucha.

Esta modalidad hípica consiste en realizar el trabajo con las reses bravas en el campo. La competición se realiza por parejas (colleras) y cada participante debe ir provisto de una garrocha para derribar la res. Cada derribo de una res se puntúa según haya caído.

Así pues, el Acoso y Derribo es un trabajo fino y disimulado a fin de no estropear el ganado, evitando que más adelante pueda hacer memoria e identificar al jinete.

Los inicios del Acoso y Derribo están ligados a las ganaderías bravas, aproximadamente hacia 1850, coincidiendo con la época en que los ganaderos debieron cuidar especialmente la selección de bravura con la práctica de tentaderos. De 1900 a1950 se consolida la disciplina hasta alcanzarse la edad de oro del Acoso y Derribo. En los años 60, la disciplina decae por el abandono del campo de muchos ganaderos. Pero en la década de los 70 comienzan los primeros campeonatos oficiales de la disciplina. Actualmente la disciplina ha recobrado mucho empuje y son muchos los nombres ilustres que participan en las competiciones.

Varias yeguas de la ganadería Carrascal de Sanchiricones son muy reconocidas en los concursos de Acoso y Derribo. ‘Gadea’ y “Numancia” han  sido campeonas en Badajoz, Ciudad Rodrigo y varios concursos de Castilla y León. Sin embargo, los logros más significativos los ha conseguido ‘Lisboa’, que obtuvo la medalla de bronce en el Campeonato de España de Acoso y Derribo en 2005.